La gran victoria de millones de ciudadanos y de miles de militares liderados por María Corina Machado, una batalla silenciosa que conquistó lo imposible, ganar un juego con cientos de obstáculos y una decena de libertades, unas elecciones con reglas desiguales a favor del régimen, pero aun así lograron burlar a un monstruo blindado con la coraza de la avaricia y una maldad dantesca sin atadura, que sostenía una careta democrática que nadie se la creía, pero que lo hacía intocable por la comunidad internacional, una comunidad internacional que defiende más a un presidente que a todo un pueblo que padece crímenes lesa humanidad, holodomor, destrucción de sus medios de vida, persecución, homicidios y crímenes impunes armados por la naturaleza inhumana de un infierno en vida. Un pueblo humilde pero no ignorante, con la sabiduría de aquel que conoce más la enfermedad porque la sufre todos los días, a pesar de tener cercenados derechos de educación, información y libertad de expresió...